Es tres veces más probable que la IA reemplace a una mujer que a un hombre: OIT
- ADRIAN GILDARDO RODRIGUEZ VILLAZANA
- 24 may
- 3 Min. de lectura
Autor del artículo:ExpokNews
Fecha de publicación:20 de mayo de 2025
Palabras clave:inteligencia artificial generativa, OIT, brecha de género, automatización, mercado laboral, justicia social

En la noticia Es tres veces más probable que la IA reemplace a una mujer que a un hombre, ExpokNews nos presenta un hallazgo que, más que estadística, es una llamada de auxilio para nuestra consciencia colectiva (ExpokNews, 2025). Basado en el estudio conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Instituto Nacional de Investigación de Polonia (NASK), el artículo revela que el 9,6 % de los empleos femeninos en países de altos ingresos están expuestos a la automatización por IA generativa, frente a solo el 3,5 % de los masculinos. Detrás de estas cifras late una realidad profunda: la tecnología, por muy prometedora que sea, está recalibrando las reglas del mercado laboral de forma desigual, amplificando las brechas de género que llevamos décadas intentando reducir.
La narración de ExpokNews no se limita a los números: describe cómo, tras analizar más de 30 000 tareas, la OIT y NASK trazaron “gradientes de exposición” ocupacional, identificando que las mujeres concentran buena parte de sus tareas en roles administrativos altamente automatizables. Esto convierte a secretarias, asistentes y obreras de oficina en las primeras en sentir el pulso de un cambio que, de no gestionarse con perspectiva de equidad, dejará a muchas sin la oportunidad de adaptarse o reentrenarse (OIT & NASK, 2025).
La reseña conduce al lector en cinco párrafos que fluyen de la descripción general hasta la reflexión crítica:
Panorama y relevancia: Introduce el auge de la IA generativa y el estudio OIT–NASK, destacando el riesgo de exposición laboral.
Exposición ocupacional detallada: Explica los “gradientes de exposición” y señala los sectores administrativo, financiero, mediático más propensos a la automatización.
Brecha de género: Analiza el alarmante dato de que las mujeres son tres veces más vulnerables, relacionándolo con la división histórica de tareas y la escasa presencia femenina en el diseño de IA.
Transformación versus eliminación: Matiza que la IA modificará tareas antes que destruir empleos, pero advierte que sin políticas de capacitación y reconversión, la transformación será excluyente.
Llamado a la acción: Concluye con la urgencia de índices de riesgo, estrategias proactivas y responsabilidad compartida para garantizar que la transición digital sea justa y no profundice desigualdades (OIT & NASK, 2025).
El artículo profundiza en cómo la automatización por IA generativa afectará primero a quienes realizan tareas repetitivas o basadas en reglas predecibles. En el sector administrativo, tareas de entrada de datos, programación de agendas y generación de informes corren alto riesgo de quedar en manos de un algoritmo, dejando a las trabajadoras con perfiles técnicos limitados fuera del circuito productivo (McKinsey Global Institute, 2024).
En paralelo, destaca que la fuerza de trabajo femenina está subrepresentada en los equipos de desarrollo de IA apenas un 22 % de los profesionales en este campo son mujeres, lo que refuerza sesgos en los modelos y perpetúa un ciclo de exclusión (UN Women, 2023). Con ello, el diseño de herramientas de IA muchas veces carece de la perspectiva necesaria para atender realidades diversas, escribiendo de antemano condenas automáticas a los roles feminizados.
El informe, sin embargo, ofrece una nota de esperanza: la IA rara vez reemplaza la totalidad de un puesto, sino que reasigna tareas. Así, el rol humano adquiere mayor valor en áreas creativas, de empatía y gestión de conflictos, competencias las llamadas “habilidades blandas”que las máquinas aún no dominan (WEF, 2023). El reto está en rediseñar planes de estudio, ofrecer formación continua y crear redes de apoyo para que nadie quede atrás en este tránsito.

El Artículo concluye que la automatización impulsada por IA generativa puede ser una oportunidad para mejorar productividad y calidad de vida, siempre que se aborde con enfoque de justicia social. La clave, indica el artículo, radica en combinar indicadores de riesgo como el índice de exposición OIT–NASK con políticas públicas y programas de reentrenamiento que prioricen a las mujeres y a sectores vulnerables. Solo así la transformación del trabajo será inclusiva y sostenible.
Para el Tolima, región donde el empleo femenino en la agroindustria y servicios representa un pilar económico, este hallazgo debería ser un imperativo de diseño de políticas locales. Instituciones como la Cámara de Comercio de Ibagué pueden impulsar la “Semana de la Capacitación Digital”, con énfasis en herramientas de IA aplicables al sector caficultor, formando a cientos de mujeres rurales en analítica de datos y reservas virtuales de mercado.
En Colombia, proyectos como “Mujeres TIC” en Medellín ya demuestran que la formación técnica con enfoque de género puede elevar la empleabilidad de las mujeres en tecnología, alcanzando un 50 % de colocación en el mercado en 2024 (RutaN, 2024). Replicar estas iniciativas en el Tolima, con alianzas entre universidades, entes territoriales y la empresa privada, será vital para que la inteligencia artificial no acelere la brecha de género, sino que la cierre.
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