Boeing evita juicio por caso de los 346 fallecidos en accidentes del 737 MAX; ¿y la RSE?
- ADRIAN GILDARDO RODRIGUEZ VILLAZANA
- 24 may
- 3 Min. de lectura
Autor del artículo:ExpokNews
Fecha de publicación:23 de mayo de 2025
Dirección web:https://www.expoknews.com/boeing-evita-juicio-por-caso-de-los-346-fallecidos-en-accidentes
Palabras clave:Boeing, 737 MAX, responsabilidad social empresarial, rendición de cuentas corporativa, ética empresarial, justicia negociada

Analizar que Boeing ha esquivado un proceso penal por los dos accidentes mortales del 737 MAX que cobraron la vida de 346 pasajeros provoca una sensación agridulce. Por un lado, la empresa reconoce culpabilidad y desembolsa más de 1 100 millones de dólares en multas y atención a las víctimas; por el otro, evita el escrutinio de un juicio público que muchos consideran esencial para una reparación moral real (ExpokNews, 2025). Esta reseña explora cómo, tras seis años de investigación y presiones globales, el gigante aeronáutico opta por una “justicia negociada” y las implicaciones que ello tiene para la credibilidad de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
El artículo esta organiza su análisis en cinco bloques narrativos, cada uno con un enfoque preciso:
Presentación del acuerdo y su trasfondo histórico: el artículo abre recordando la cronología de los siniestros del 2018 y 2019, y describe cómo el pacto con el Departamento de Justicia prioriza sanciones económicas y compromisos de mejora normativa sobre un juicio penal formal.
“Realidades externas” vs. falta de previsión: cuestiona la explicación de Boeing sobre “limitaciones sistémicas” y resalta que esas mismas condiciones fallas en cultura de compliance y supervisión técnica existían cuando se establecieron las metas de seguridad (Aguilera & Jackson, 2003).
Debilitamiento de la RSE y la rendición de cuentas: el tercer bloque revisa cómo una multa millonaria no suplanta la necesidad de transparencia y participación pública. Citando a Carroll (1999), subraya que la RSE no puede resumirse en compensaciones financieras, sino en asumir responsabilidad ética real.
Implicaciones reputacionales y lecciones éticas: Luego, el texto explora el golpe a la imagen de Boeing y propone que este caso debe motivar un refuerzo de la ética preventiva en toda la industria, no meros parches reactivos.
Llamado a la acción y reflexión final :Cierra planteando el desafío: ¿cómo evitar que otras corporaciones compren su impunidad? Insiste en que la sociedad y los reguladores mantengan presión para elevar los estándares de justicia corporativa, pues “la RSE se ejerce con convicción, incluso cuando duele” (ExpokNews, 2025).
La noticia está la tensión entre eficiencia legal y responsabilidad moral. Boeing acepta un cargo por conspiración para obstruir a la FAA, pero esquiva el proceso penal que habría permitido testimonios públicos y una condena ejemplar. Según Bordia & Ross (2021), esta práctica de “justicia negociada” refuerza la percepción de que las grandes empresas disponen de un trato diferencial frente a ciudadanos comunes. Asimismo, al cambiar el enfoque de sus códigos internos hacia un cumplimiento “mínimo exigible”, Boeing corre el riesgo de normalizar prácticas tóxicas de gobernanza, algo que Aguilera et al. (2007) señalan como uno de los mayores peligros para la sostenibilidad institucional.
El reportaje también recuerda que, pese a la multa de 1 100 millones USD, Boeing mantiene sus contratos federales intactos y su cotización bursátil a la alza, lo que reafirma el dilema de fondo: ¿compra la empresa su impunidad con cheques millonarios? La única contrapartida visible es un programa de monitoreo independiente, que, si bien es un paso adelante, no reemplaza la catarsis que un juicio habría ofrecido a las familias de las víctimas ni la oportunidad de demostrar un verdadero cambio cultural interno.
El artículo concluye que, aunque Boeing haya cumplido con los requisitos legales de un acuerdo diferido de enjuiciamiento, la esencia de la RSE —la rendición de cuentas plena y la transparencia— queda gravemente comprometida. Evitar el juicio penal supone una victoria para la defensa corporativa, pero un retroceso ético para el sector. Para recuperar legitimidad, Boeing deberá ir más allá de auditorías externas y demostrar, con acciones tangibles, que ha incorporado en su ADN empresarial la prioridad absoluta de la seguridad humana (Carroll, 1999).
Este caso resuena con fuerza en el Tolima, donde la aviación es vital para conectar comunidades rurales con centros urbanos y servicios médicos (IDEAM, 2024). Si un gigante como Boeing elude un juicio, ¿Qué mensaje recibe la industria local sobre estándares de seguridad y ética? En Colombia, Avianca enfrentó en 2021 cuestionamientos por mantenimiento de flota y pudo haber aprendido que la transparencia ante fallas fortalece la confianza de usuarios y reguladores (Gómez & Ramírez, 2022).
Contrastando con el periodo de desregulación bajo la administración Trump —que debilitó la supervisión de agencias como la FAA— se ve que la fortaleza de un sistema de RSE no depende solo de normas, sino de la vigilancia ciudadana y la voluntad política para aplicar la ley sin excepciones (Lopez, 2021). El compromiso ético de las empresas debe ser inquebrantable: solo así las lecciones de tragedias tan dolorosas como la del 737 MAX servirán para prevenir futuros desastres.
Commenti